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Giorgio Clai y su amor por la naturaleza

Giorgio Clai. Dimitri Brezevic. Dos grandes tipos con quienes compartir una copa de vino. A veces, eso es todo lo que necesitas para disfrutar de la vida. Una conversación sobre la vida, una conversación sobre la naturaleza, sobre cómo combinar naturaleza y vida para hacer que valga la pena trabajar con el vino. Y sí, se conversa también compartiendo un poco de jamón y queso. Y se convierte en una gran experiencia cuando miras por la ventana y está nevando mientras que dentro, la estancia es cálida y acogedora. Entonces, te das cuenta de lo que significa compartir tiempo de calidad con personas como ellos. Porque de eso se trata la vida, ¿no es así?

Conducir noventa minutos bajo fuertes lluvias y nieve es todo un desafío, sobre todo si añades camiones y viento. Incluso un sábado por la mañana de febrero, la autopista A4 que atraviesa el Piamonte, el Véneto y Fruili Venezia-Giulia se adentra en Eslovenia a través de Koper y luego te lleva a Croacia, adonde entras todavía por un paso fronterizo formando una larga fila de coches. En esta autopista hay muchos camiones, incluso para ser fin de semana, y si miras las matrículas, puedes ver camiones procedentes de países muy lejanos de sus casas.

Según te acercas a tu destino, las carreteras se estrechan. De una autopista de dos carriles a una carretera de un solo carril, luego a una carreta comarcal y después a un camino vecinal más estrechos en un pueblo llamado Krasica. Empiezas a pensar si te perdiste un giro en algún lado, pero el navegador te mantiene apuntando en la dirección correcta. Al final alcanzas a ver en el lateral del camino una señal con el nombre de la bodega, así que respiras aliviado porque si no llegas pronto, puede que la nieve tape todo, porque por delante ya solo queda un poco de asfalto rodeado de árboles.

Allí encuentras Clai Wines, en la cima de una pequeña colina. La nieve está ya cubriendo el suelo, con el techo de nubes cada vez más bajo y no se puede ver más allá de 100 metros. Las nubes son gruesas y bajas. Entonces te das cuenta de que necesitas volver a tiempo para el evento de la tarde, con lo que hay que darse un poco de prisa.

Dimitri es medio-francés, medio croata, pero bueno, nadie es perfecto. Él no escogió venir a este mundo en Francia. A pesar de ello, es un gran tipo. Allí estaba para darme la bienvenida con una gran sonrisa, a pesar de que el camino, la nieve y los camiones habían hecho que llegase, uhmm… un poco tarde.

La habitación principal estaba bien caldeada, perfecto con el clima de fuera. Y era genial estar allí por fin. No solo por haber llegado este día, sino porque habíamos colaborado meses atrás en la preparación de un artículo sobre la bodega y sus vinos, y luego con la entrevista con Giorgio. Dimitri es la mano derecha de Giorgio. Empezó a ayudarle hace unos años, y con el tiempo su rol se fue expandiendo y su importancia en la bodega creció. Dimitri es también enólogo y uno muy bueno también.

Mientras entrábamos en calor con un café, comenzamos a hablar sobre los vinos y la bodega, y un tiempo después, Giorgio entró en la bodega. Fue muy bonito tenerlo con nosotros. Él es uno de los enólogos más respetados en Croacia, si no el que más. Sentados alrededor de una mesa, con algo de comida, abrimos la primera botella: Sv. Jakov 2015 Malvazija, su maravilloso Malvasia Istriana. Ya había disfrutado con anterioridad de otras añadas de este vino, algo increíble, tan elegante y fascinante. El mosto pasa por maceración con las pieles durante un período de entre dos y cuatro meses, dependiendo de la añada, en cubas abiertas sin adición de levaduras o enzimas seleccionadas. Luego el vino envejece en grandes toneles de madera de 25 hectolitros. En 2015, la producción fue de 6.000 botellas.

Después de este vino, ya me podía volver a casa, tan bueno que estaba pero había más. Dimitri abrió una botella de uno de sus vinos monovarietales tintos: Brombonero Refošk 2015, producido con la uva local Refosco. La misma vinificación que la Malvasia y con una producción de 4.000 botellas en esta añada. Nunca fui un apasionado de la uva Refosco/Teran. Ahora ya me he convertido en un verdadero creyente. ¡Muchas gracias, Dimitri y Giorgio!

Finalmente, Dimitri abrió un vino espumoso: PjenuŠavo, elaborado con Malvasia Istriana, Chardonnay y Plavina. Este vino se produce con el método clásico de fermentación en botella y envejece durante 24 meses sobre sus lías.

Ah, y también probé el aceite casero que hacen. Increíble.

Giorgio habló sobre cuán importante es hacer vino de una forma natural, sin uso de productos sistémicos, sin productos químicos, sin maquinaria, sin manipulación de los niveles del vino. Está muy orgulloso de poder decir que cuando caminar por sus viñedos con sus nietos, estos pueden comer uvas directamente de la vid, sin necesidad de limpiarlas con agua, ya que son fruta limpia. También cree en hacer el trabajo en la bodega y en el viñedo cuando tienes que hacerlo. Hablamos sobre cuántas veces había dormido en la bodega, porque había trabajos que hacer por la noche que no podían esperar al día siguiente. Ahora, decía Giorgio, era el momento de Dimitri para hacer estas tareas y dormir en un colchón en el sótano.

Dejó de nevar. Por desgracia, teníamos que volver a Friuli para nuestra cata de vinos Mediterráneos elaborados con Malvasia, pero nos aseguramos de que la próxima vez volvería con más tiempo para disfrutar juntos. Y con más vino también, tanto los suyos como algunas botellas de vino español.

La vida en su mejor momento. Gracias Dimitri, gracias Giorgio. Nos volveremos a encontrar pronto en el futuro.

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Kmetija Štekar, la vida tranquila en Eslovenia

Eslovenia rural, una copa de Pinot Draga maravilloso, algunas lonchas de jamón casero con queso, una conversación sobre el vino y la vida, y también, ¡conversación sobre fútbol americano! ¡Imagínate eso! Estar en un pequeño pueblo llamado Kojsko en casa de Janko Štekar hablando con él sobre dos de mis grandes pasiones: sus vinos y el fútbol americano. ¿No es como estar en el paraíso? Pero claro, no tardaron en salir algunas nubes por detrás de la casa que taparon el sol… Janko dijo que era aficionado a los Raiders de Oakland…, uhmmm, si, bueno, no he dicho que Janko fuera perfecto…

Janko es un tipo natural que hace vino natural y tiene una risa que se te contagia rápidamente. Su reino, Kmetija Štekar, está a mitad de camino entre los Alpes Pre-Julianos y el mar Adriático, en Goriška Brda, en un pequeño pueblo llamado Kojsko, un lugar bien protegido de las corrientes de aire frío provenientes del norte, y con la ayuda del viento Burja que viene del este que contribuye a evitar humedad en los viñedos. Viñedos que, por cierto, están colocados en terraza y se trabajan de manera ecológica. Janko deja todo en el suelo. En esta zona la lluvia es muy abundante y la erosión que provoca en los viñedos a veces hace que el suelo llegue a perder hasta 15 centímetros al año, lo que hace que proteger el suelo sea una necesidada, no sólo una tendencia moderna o una moda pasajera.

El negocio de Janko no es solo vino. Junto con su esposa Tamara tiene un Bed and Breakfast, también hacen su propio embutido y su queso. Hay que hacer espacio en casa para los estupendos productos que elaboran.

Janko, como productor natural, es un apasionado de hacer los vinos de esta manera. Puede hablar durante horas sobre cómo esta es la forma correcta de elaborar vino y no solo hacer vino usando la tecnología. Usa solo una pequeña cantidad de sulfitos en sus vinos. Eslovenia es un país pequeño y casi toda su producción se vende fuera, por lo que debe asegurarse de que cuando sus vinos viajen lejos, estos lleguen en óptimas condiciones.

Los viñedos están enfrente de la casa, en esas terrazas por las que puedes caminar. Pequeñas parcelas para cada variedad, como puedes imaginarte. Son terrazas empinadas de todos modos. La vista desde la casa, especialmente en días claros, es espectacular. Puedes ver las cimas nevadas de los Alpes y el mar. Una vista increíble.

La bodega es bastante pequeña. Janko utiliza madera de cerezo y de castaño para sus barriles, nada de roble. Diferentes tamaños para diferentes variedades. Tiene dos líneas de vinos: una línea fresca sin uso de maceración con las pieles y otra en la que los períodos de maceración son muy cortos: apenas unos días para la Malvazija, Chardonnay y Pinot Draga (Pinot Grigio) y hasta quince días para la Rebula.

Después de recorrer los viñedos, a pie, era hora de reponer nuestros niveles de energía. Vino, jamón y queso, o era al revés? En cualquier caso, el día era soleado y cálido, así que continuamos nuestra conversación. Sin mencionar el fútbol americano…

Empezamos por dos vinos de la línea fresca: Rebula 2016 y Belo 2016. El primero refleja perfectamente el alma de esta variedad tan importante en esta parte del mundo: el Rebula o Ribolla Gialla en Italia. Un vino no macerado que te podías beber fácilmente toda la botella mientras hubiera queso y jamón en el plato. Y al acabarse el jamón y el queso, podías seguir y seguir, aunque no se llegaron a terminar. Vino muy fino, todo natural, y muy agradable. Seguimos con un ensamblaje: Belo tiene un 50% de Chardonnay y la otra mitad se divide entre Pinot Blanc, Sauvignon y Rebula. Fantásticos ejemplos de vinos frescos naturales. Janko hace obras maestras en esto.

La segunda parte de la cata fue para los vinos macerados. Empezamos con el Jankot 2016, elaborado con la uva local Friulano. Tú que me lees ya sabes que esta variedad recibía el nombre de Tokai Friulano en esta región, hasta que en 2007 los productores húngaros del vino conocido por su nombre Tokaj, demandaron a los que no eran húngaros, motivo por el que tanto en Italia como en Eslovenia tuvieron que dejar de usarlo para sus vinos. Desde entonces, puedes ver solo Friulano en las etiquetas, aunque algunos productores usan la palabra Tokaj escrita al revés: Jakot. Nuestro protagonista de hoy, Janko, sólo añade una T a su nombre, Jankot, creando de esta manera un bonito juego de palabras con la palabra Tokaj.

Al Jankot le siguió el Re Piko 2013. Este vino es un ensamblaje de Riesling y Picolit. Sí, Riesling, has leído bien. Janko tiene un viñedo de Riesling Itálico y con él elabora un maravilloso vino macerado en las pieles durante 25 días. A continuación, Tamara apareció con una botella de su Malvazija 2013. Un vino fascinante, y como cada espectáculo de fuegos artificiales termina con una gran traca final, Janko dejó el Big Bang para el final: Pinot Draga 2011. Ya había disfrutado de este vino y esta vez estaba también simplemente increíble. Un Pinot Grigio verdaderamente bueno.

Compré un poco de vino y lo empaqueté en bolsas para volver a casa. Desafortunadamente, el Rebula 2016 se rompió dentro de la maleta. Antes o después tenía que pasar, ya que esta es una forma que utilizo mucho para traer vino a casa. Cuando oí el ruido de los cristales rotos dentro de la bolsa me temí lo peor. Botellas rotas, todo el contenido manchando la ropa y todo lo demás, pero ¡oye! Janko produce vinos naturales, ¿te lo había dicho? No quedó una sola mancha en toda la ropa después de lavarlo. Simplemente perfecto. La pena fue no haber escurrido el vino antes de lavar la ropa, pero no se me ocurrió. Nota mental para la próxima vez que esto pase.

Pronto hablaremos con Janko sobre sus vinos y su filosofía de la elaboración del vino.

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Hablamos con Ismael Gozalo, el maestro de la Verdejo en Segovia

Recientemente hemos hablado de MicroBio Wines, bodega situada en Nieva, provincia de Segovia. Su propietario y viñador es Ismael Gozalo y hoy hablamos con él.

Buenos días, Ismael, y muchas gracias por tu colaboración. Cómo fue pasar de hacer vinos según el estilo de Ossian a algo extremo como lo que haces ahora en MicroBio Wines?

Ossian no era una bodega tradicional. Fue un poco rompedora en cuanto a vinos de guarda de corte sorprendente o sorpresivo. Esta bodega (Microbio Wines) ya existía antes de Ossian, se puede decir que era su I+D. Después de mi salida, decidí que esta era mi manera de hacer vinos. No fue un cambio radical en mi vida, yo ya elaboraba este tipo de vinos.

Agricultura orgánica, procesos naturales, sin correcciones… qué es lo que quieres que tus vinos ofrezcan?

La máxima complejidad posible con cero interferencias, que es lo que queremos todos.

Haces fermentaciones a bajas temperaturas, en torno a los 13º. Qué buscas con ello?

Depende de los vinos. A 13 o 13,5 grados se fermentan en la cueva porque la temperatura allí es constante. Así se expresan mejor los vinos.

Utilizas diferentes envases para la elaboración de tus vinos: damajuanas, tinajas de barro, inoxidable, barricas… qué aporta al vino cada uno de ellos?

Más que lo que cada uno aporta al vino, lo que busco es interpretar y sacar el máximo potencial a cada parcela. Hacemos catas y sondeos de cada suelo y conocemos los nutrientes que alimentan cada una de ellas. Si una viña tiene más componentes arcillosos o más bandas de argílicos, tienes que darle otra fermentación y otra inercia que a otras viñas cuyos componentes son esquistos, pizarras o carbonatos. Es lo que te da la parcela y por ello utilizamos un recipiente diferente.

Destacan sobre todo tus vinos blancos, y a pesar de utilizar la uva Verdejo, casi no hay similitudes entre ellos.

Buscamos el universo Verdejo, 360º alrededor de una uva y poder hacer un ancestral o un Kabinett hasta un vino bajo velo. Todo es posible si pierdes el miedo al vértigo.

Qué tiene la Verdejo en esta zona, sobre todo en viñedos a más de 900 metros de altura?

Tenemos el gran tesoro de la biodiversidad. Son viñas plantadas con diferentes clones, son selecciones masales, viñas que nacen de un cultivo seleccionado con el paso del tiempo, los monjes Jerónimos al finales del siglo XI trajeron aquí la Verdejo. Siempre se ha mantenido la tradición y la mejora de las viñas, buscando el sitio más adecuado para el correcto implantado del viñedo.

Y el origen de hacer Nieva York, un Pet-Nat con Verdejo?

Son los vinos más cachondos y molones que existen ahora mismo. Abres una botella y la única pega que tienen es que son medio magnum.

A Rack lo denominas tu vino más radical. A qué se debe?

Su nombre viene de ahí. Rack significa Raro con Cojones. Es una mezcla de lo más radical de cada una de las parcelas.

Háblanos de tus vinos naranja. De donde viene hacer este estilo de vino? Cómo son KM 0 Origen y Tentados?

Hago vino naranja porque no hay que ceñir la paleta cromática a blancos, tintos y rosados. Se puede hacer vinos naranjas y el contacto con pieles te da unas sutilezas y unas armonías diferentes que vienen solo de ese contacto. Al emplear la numerología y la cabalística en la bodega, hay algo más allá, y siempre que por tiempo o espacio te lo puedas permitir, esa elaboración ofrece vinos atemporales

En la línea Ismael Gozalo hay dos blancos que nos llaman mucho la atención. El primero es El Pirata, elaborado junto con Benjamín Romeo con uvas autóctonas Viura, Malvasía y Garnacha Blanca de viñedos de San Vicente de la Sonsierra (La Rioja) y con la Verdejo de las tierras altas de Nieva. Cómo surgió este proyecto de mezclar uvas de dos zonas diferentes?

La idea de hacer un vino con Benjamín nació hace muchísimos años, pero no llegaba a hacerse realidad. Nos conocemos desde hace más de 15 años, pero la primera vez que nos encontramos, Benjamín no mostró interés por conocernos, siendo sincero conmigo. El destino hizo que en un mes coincidiéramos en cuatro sitios, entre ellos Londres y Paris. Hablamos de colaborar, pero no llegó a nada más. Un día me llamó y me dijo: “Ya sé quién eres. Uno de mis mejores amigos era de tu pueblo”. Surgió el flechazo e hicimos algo juntos: fundir los dos terruños y ver hacia donde iba cada año, si hacia su lado, hacia el mío, o si se quedaba en un terreno neutral. La primera vez fue en 2013 con 60 botellas. El siguiente año usamos un recipiente de 13 hectólitros, yo puede 600 litros y Benjamín puso tres barricas: una de garnacha blanca, otra de Viura y otra de Malvasía. Las ensamblamos según terminó la fermentación alcohólica. Lo pusimos a criar en la Rioja. Solo se embotella en Magnum. Es un vino que tiene mucha fuerza de cada uno de nosotros.

El segundo es R.s-P.bl.c. Verdejo, un vino cuyas uvas provienen de una parcela con calificación Grand Cru en el paraje El Carril. Cómo es este vino con crianza de casi un año en barricas borgoñonas?

La cosa pública del Verdejo, la alta gama de la línea Ismael Gozalo. Aprovechamos la experiencia de tener una viña con más de 250 años. Esa viña nos da un fruto que es tan soñado por todo el mundo y con el que no puedes hacer cualquier cosa. No puedo poner Verdejo en mis etiquetas porque no estoy en el consejo regulador, así que pensando vimos que antes de la DO existía el castellano y antes el latín, y con este nombre sacaremos al mercado unas 500 botellas.

Qué estilo de vino te gusta beber cuando no estás trabajando?

Trabajar, no trabajo nunca. Disfruto con lo que hago. Eso que quede claro. Me gusta mucho sobre todo beber estas burbujas. Me gusta mucho Charles Dufour, que hace vinos naturales, ancestrales y champagne espectaculares. Un loco de la vida.

Me gusta mucho el Jura: Philippe Bornard, Ken Jiro, casi todos los vinos de Jean Françoise Gavenat; me gusta el Loira, algo de Beaujolais, y sobre todo, vinos de ánfora, de Turquía, de Armenia. Los ancestrales de los catalanes; me gusta Celler Cosmic.

Muchas gracias, Ismael!!

Foto (c) MicroBio Wines

Roxanich Vina, vinos naturales en Croacia

A veces obtienes las mejores recompensas cuando llegar a tu destino requiere tiempo y sobre todo, esfuerzo. ¿No es acaso cierto en todos los aspectos de la vida? Cuando estás en otro país que nunca has visitado antes, tienes que confiar en tu navegador, invención que ahorra tiempo y que consigue que, habitualmente, no te pierdas. O casi nunca. Estaba en medio de la nada en Croacia, en una estrecha carretera apenas pavimentada en las afueras de un pequeño pueblo llamado Kosinožići y pasé por delante de Roxanich Vina sin parar porque no había ningún cartel a la vista. El navegador me decía que ya había llegado a mi destino, pero la máquina no va a ser más lista que yo, así que seguí adelante hasta que volví a estar en medio de la nada. Media vuelta y en la segunda pasada finalmente vi el letrero de la bodega y ¡eureka! Había llegado! Justo donde el navegador me había dicho un rato antes…

Dos horas de conducción bajo la lluvia y la nieve era suficiente tiempo para estar un poco necesitado de calor y de recuperar los niveles de energía. Marjan estaba esperándome y me recibió calurosamente. Entramos en la sala de cata y delante de mis ojos había una buena colección de vinos Roxanich. Pensé: «¡Wow! Genial! ¡¡¡Una espléndida exhibición!!” A continuación, Marjan trajo más botellas, así que mis ojos estaban abiertos de par en par, como los de un niño frente a una tienda de caramelos. También trajo un poco de jamón y queso, así que tocaba relajarse y empezar a disfrutar.

La cata estaba dividida en cuatro secciones, cada una con diferentes estilos de vino. Marjan me explicaba cada vino, su vinificación y cualquier otra información que quisiera conocer. Fue extremadamente paciente conmigo. Comenzamos con los vinos más frescos, que tienen un período de maceración con sus pieles de unos pocos días (porque aquí todos los vinos blancos se maceran con las pieles).

Draga 2013 es un Pinot Blanc con dos días de maceración con las pieles. Es el vino de entrada, para ir abriendo boca, y es un gran vino, muy bien hecho, muy rico y muy sabroso. Mirna 2013 es un Sauvignon Blanc con dos días sobre las pieles. Muy sorprendente y buen vino. Estos dos vinos permanecen dos años en un depósito de acero. SoRelle 2013 es un Chardonnay con cuatro días de maceración: 10% del barril y 90% en tanques de acero durante tres años en barril.

Normalmente, se suele empezar una cata por lo sencillo, estirando los músculos preparándote para una carrera larga, pero aquí comenzamos al sprint, de lleno en la carrera. Una forma increíble de comenzar. Vinos maravillosamente hechos.

Luego seguimos con cosas serias en vino blanco: vinos hechos para los fanáticos incondicionales de los vinos blancos macerados con las pieles. Estos tres vinos tienen un período de envejecimiento de seis años (seis, six, sei) en grandes barricas de roble de diferentes tamaños. Antica 2010 es su buque insignia, un Malvazija Istarska con seis meses en las pieles. Milva 2010 es el Chardonnay con una semana de contacto con las pieles. Dos vinos monovarietales que estaban estupendos. Finalmente, un ensamblaje blanco, y como dijo Marjan, un ensamblaje de uvas. Esto quiere decir que las uvas hacen juntas todo el proceso de vinificación. Ines u Bijelom 2010 es una mezcla de Verduzzo, Pinot Gris, Pinot Blanc, Sauvignon Blanc, Friulano, Riesling Italico y Glera. Setenta días en las pieles y seis años en madera. Después de estos tres vinos, estaba absolutamente maravillado.

Si los primeros tres vinos fueron buenos y agradables, los siguientes tres fueron simplemente increíbles. Tanta intensidad en la copa proviene de las pieles pero al mismo tiempo son vinos muy elegantes y quieres probar más y más. Y luego un poco más.

Después de un breve descanso para reflexionar sobre los vinos anteriores, comenzamos con los vinos tintos.

El primero fue su vino tinto insignia, el que dijo Marjan es su vino más vendido. De hecho, se les había acabado y sólo quedaban unas pocas botellas de 0,375 ml, con todas las botellas normales y magnums agotadas. SuperIstrian 2009 es una mezcla de Cabernet Sauvignon 40%, Merlot 40% y Borgonja 20%. Es un gran vino y de hecho una vez que terminamos la degustación volví a este vino para otra cata y comprendí por qué es el más vendido. El segundo blend tinto es Ines u Crvenom 2008, no un blend de uva como Inés u Bijelom 2010 sino un blend de vino, donde cada variedad se vinifica por separado y luego se combinan. Las uvas son Syrah, Barbera, Lambrusco, Malvasia Nera, Cabernet Franc y Borgonja.

Los siguientes vinos fueron los tres tintos monovarietales: Merlot 2008, Cabernet Sauvignon 2008 e Istiranac Teran Ré 2008. Tú que me lees ya sabes que nunca he sido un gran fan de la uva Teran, pero la que produce Roxanich me ha hecho repensar mi posición sobre esta variedad. Muy buen vino, así como los otros dos. Muy agradables todos ellos con seis años de crianza en recipientes de madera de diferentes tamaños. Vinos finos, elegantes y agradables.

Esta era la tercera parte de la cata y no habíamos terminado aún, pero antes de continuar, optamos por dar un paseo por la bodega para saber más sobre Roxanich Vina.

Esta es una empresa de cultura ecológica, con métodos tradicionales de vinificación y agricultura biodinámica. La tecnología, así como la intervención mecánica y química, no se utilizan en ninguna de las fases de elaboración. Poseen recipientes de madera de 35 hectolitros y también de 55 a 70 hectolitros, así como barriles de 600, 500 y 225 litros. El embotellado de cada vino se realiza siempre bajo la luna menguante. Noviembre de 2008 fue el momento en que salió al mercado la primera añada de Roxanich, con los vinos, Teran Re 2005, Teran 2005 y Merlot 2005. Hoy en día su producción anual es de alrededor de 50.000 botellas entre todas sus etiquetas.

Después de visitar todas instalaciones, el día seguía siendo frío y húmedo, volvimos a la sala de cata de vinos donde nos esperaban dos botellas de vino espumoso: Les Bulles Brut Nature Blanc, elaborado con Malvazija, y Les Bulles Brut Nature Rosé, producido con la uva Teran. Fue un gran colofón, tanto para la visita como para la cata.

Nuestra primera visita a una bodega de Croacia no pudo ser mejor que Roxanich. Marjan fue un excelente anfitrión, los vinos realmente buenos y el lugar era muy agradable. El responsable de la bodega, Mato Matic, con quien iba a hacer la visita, estaba atascado en Ljubjana (Eslovenia), debido a una tormenta de nieve, así que solo pudimos hablar por teléfono, pero bueno, ahora tengo otra razón para volver y agradecerle su amabilidad. Además, el vino español siempre es bienvenido en una segunda visita y soy un embajador de nuestros vinos cuando voy al extranjero, así que algo habrá que hacer la próxima vez.

Por otra parte, ¿quién necesita una excusa para visitar una bodega como Roxanich Vina? Encontrar grandes vinos como estos es algo maravilloso, pero encontrar personas como Marjan y Mato es mucho mejor. Te abruman con su atención y su amabilidad.

Pronto hablaremos con Mladen Rozanic, propietario y enólogo de Roxanich.

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Jean Michel Morel y Kabaj Wines

Para Jean Michel Morel, cada visita comienza siempre con una copa de vino en la mano. No importa si son las 11:00 o las 19:00, primero son los saludos, luego la copa. Una vez tengas tu copa, Jean comenzará a hablar. Y te hablará apasionadamente sobre el vino y sobre sus vinos. Visité a Jean hace unos meses, y todavía tenía pendiente la segunda parte de la visita a su bodega, Kabaj Wines, ya que durante la primera no pasamos de la sala de distribución. Eso me dio la mejor razón para repetir, y repetir es lo que hice. Esta vez, antes de empezar siquiera, le dije que iba a ser imposible no visitar la bodega subterránea donde guarda esos oscuros objetos del deseo llamados ánforas. Y me aseguró que iríamos. No es que fuera ciencia cierta, que la vez anterior ocurrió lo mismo, pero la copa de vino estaba allí, así que decidí dejarme llevar por lo corriente.

La primera misión fue disfrutar de unas muestras de la añada 2014, aún en botellas sin etiquetar: Beli Pinot (Pinot Bianco), Sauvignon, Ravan (Friulano), Rebula y Sivi Pinot (Pinot Grigio). En la zona, el verano de 2014 y la época de la vendimia fueron muy lluviosos, y la gente todavía se refiere a esta añada como no muy buena. No es que esté muy de acuerdo con ello, ya que otros vinos de 2014 que he probado eran simplemente increíbles. Jean estaba de acuerdo conmigo. Punto a mi favor. Sus 2014 son muy buenos, con una larga sapidez en cada variedad que reflejan muy bien el suelo local Opoka. El Opoka (Ponca en italiano) es un suelo de marga arcillosa originado en el período Plioceno rico en sedimentos marinos. Las muestras estaban realmente buenas, mostrando el carácter del suelo y, al mismo tiempo, eran muy distintas entre sí, lo que ayudaba mucho a ver la diferencia entre variedades cuando la vinificación es similar, ya que todos los vinos han pasado por diferentes periodos de maceración con las pieles. Para mí resulta difícil decir cuál fue mi favorito porque todos ellos eran vinos muy placenteros y disfrutones.

Después de esta selección, retrocedimos un poco en el tiempo. 2007 fue la añada elegida para el Chardonnay y para el vino Amfora. Este espléndido vino es una mezcla de Rebula, Malvasia Istriana y Friulano. El vino permanece en ánfora sin ser tocado durante un año completo. Este método de envejecimiento del vino en ánforas enterradas se llama Kartuli, y se desarrolló en la antigua región del Cáucaso conocida hoy en día como Georgia y Armenia. Su Amfora 2007 es un vino espectacular con una vinificación muy especial. Una vez tiene el ensamblaje correcto, el mosto va junto con las pieles a las ánforas hasta la próxima vendimia, cuando se saca y se pasa a tinos de roble. No siempre es así, ya que a veces permanece más tiempo dependiendo de cómo se sienta Jean al respecto. En cuanto al Chardonnay, bueno, es un vino increíble.

Tú que me lees ya sabes que estos vinos me apasionan. ¿Qué puedo decir? Me encantan los vinos que Jean elabora. No es mi culpa, sino suya y solo suya.

Después pasamos a probar un experimento que Jean está llevando a cabo con su Pinot Noir. En mi primera visita, me sorprendió mucho lo bueno que es este vino y ahora tuve la oportunidad de probar su experimento. El mismo consiste en enterrar algunas jaulas de botellas bajo el mar. Descansan a 25 metros de profundidad en las aguas del cercano mar Adriático. Una particularidad de este proceso es que cada mes las botellas deben ser subidas a la superficie para eliminar la gran cantidad de coral rojo y blanco que se les pega. Las botellas permanecen allí durante un año antes de ser finalmente rescatadas. El vino fue muy curioso. También era bueno y tenía cierta salinidad que su contraparte terrestre no tenía. Jean dijo que en algunas botellas entra un poco de agua marina. Para comparar, disfrutamos del otro Pinot Noir, y no hay nada de mar en él, como es lógico. La misma cosecha, el mismo viñedo y fue genial tener la oportunidad de probar estos dos vinos. Ahora ya me creo que dejar el vino en el fondo del mar durante algunos meses puede afectar a la forma en que envejece.

La primera parte de la visita terminó con su maravilloso Merlot. Si, si, si. Me repito. Lo siento, pero me encanta. El Merlot me gusta de siempre, y este está estupendo.

Ahora es cuando empecé a temblar, y no por frío, que lo hacía, sino por la expectación de ver por fin los tótems de vino llamados quevry o ánfora. Jean tiene algunos de estos recipientes enterrados para su vino Amfora, y la sala en la que se encuentran, que puedes ver a través de una ventanilla, tiene un aura de zona sagrada para el vino.

Luego pasamos a la sala de barricas y toneles, donde catamos directamente de ellos. Distintas variedades, diferentes añadas todavía guardadas, una experiencia maravillosa ya que se podía ver la diferencia entre la misma variedad en la botella de 2014 y en madera en 2015 y 2016.

Jean hace que una visita se convierta en una experiencia muy agradable. El picoteo es hecho en casa y excelente, los vinos son increíbles, pero su pasión es lo mejor de todo.

Pronto hablaremos con Jean Michel Morel sobre sus vinos y su pasión por su trabajo.

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I Clivi, pasión por la variedad Friulano

Hacía mucho tiempo que quería conocer en persona a Mario Zanusso. Había publicado un artículo sobre I Clivi, la bodega que lleva junto a su padre Ferdinando, y después tuve ocasión de entrevistarle. Fue una muy buena oportunidad de aprender mucho sobre la forma en que sienten el vino y cómo lo elaboran, y desde entonces quería visitarlo. Un día no hace mucho, las estrellas se alinearon correctamente y finalmente pudimos conocernos.

El día amaneció nublado y lluvioso, lo que lo hacía inadecuado para visitar sus viñedos. Poner los pies en un viñedo siempre es agradable y especialmente si el viñedo es de una de mis variedades más apreciadas, la Ribolla Gialla. I Clivi di Ferdinando e Mario Zanussose encuentra en el corazón del Collio, y la casa situada encima de la bodega está en la cima de una pequeña colina rodeada de viñedos, al estilo de los Châteaux de Burdeos.

Cuando hice el primer artículo y la posterior entrevista, Mario tuvo la amabilidad de enviarme muchas fotos que utilicé en ellos. Al llegar y entrar a la oficina, todo estaba exactamente como en las fotos: Ferdinando estaba trabajando en su escritorio y Mario también estaba allí, frente a su ordenador, así que me invadió una pequeña sensación de Deja-vu. Porque, de hecho, ya lo había visto antes.

Salimos al porche y Mario me estuvo hablando sobre los viñedos que rodeaban la casa y algunos más que se divisaban en la distancia. Una curiosidad sobre los límites de las DOs. Ocurre que los Zanusso tienen viñedos en dos caras de la misma colina: un lado es Collio DOC, provincia de Gorizia, y el otro lado es Colli Orientali del Friuli DOC, provincia de Udine. En ambos casos, dicho sea de paso, el suelo es de marga arcillosa, llamado Poncaen italiano y Opokaen esloveno, rico en sedimentos marinos cuyo origen se remonta al Plioceno. Por supuesto, tienen que vinificar cada parcela por separado para mantener cada sello de la DOC. Hablando de los viñedos, a Mario le apasiona hacer todos los trabajos del viñedo de forma ecológica, al igual que hace en la bodega.

Luego pasamos a la bodega, situada en el sótano de la casa, dentro de la colina. Además de limpia, estaba todo dispuesto: unos pallets de vinos listos para ser enviados, una pequeña mesa para hacer la cata, un ordenador para controlar todo, y los tanques de acero inoxidable. Ninguno de los vinos toca la madera, todos se elaboran en los depósitos. Solo había una barrica de roble en una esquina, el único representante de este estilo de recipiente para criar vino. Ver una pequeña barrica entre tantos tanques de acero resultaba extraño. El motivo de ello es que Mario utiliza la madera para envejecer las lías de Friulanoque se recogen cuando se trasiega un tanque a otro. Después, mezclan partes de estas lías con el mosto para darle más estructura mientras envejece un poquito más.

Los Zanusso elaboran alrededor de 50.000 botellas al año con cuatro variedades blancas (Malvasia Istriana, Ribolla, Verduzzoy Friulano) y un vino tinto elaborado con Merlot. El Merlot es el único vino que pasa por el roble, ya que como hemos dicho, los vinos blancos realizan todos sus procesos en tanques de acero. El Friulano es el alma de la bodega, ya que producen tres vinos diferentes con esta variedad autóctona: uno procedente del viñedo Brazan, llamado Clivi Brazan, el segundo viene del viñedo Galea, llamado Clivi Galea. El tercero es Friulano San Pietrodel viñedo del mismo nombre. Con la Ribolla producen además un maravilloso espumoso y un vino seco. Y el Verduzzoes un vino increíble cuya producción es de apenas 4.000 botellas por año. La Malvasia Vigna 80 Annies un vino producido con Malvasia Istriana con un total de 3.000 botellas por añada.

Llegó el esperado momento de disfrutar algunos de sus vinos. El tiempo disponible era un poco limitado, así que solo catamos unos pocos. Comenzamos con el Friulano San Pietro 2016. Vino muy fino y elegante, tal vez un poco frío, como dijo Mario, pero realmente agradable en la copa. Seguimos con el Malvasia 2016, y como puedes esperarte, maravilloso, fresco y con una gran estructura, un vino que proporciona mucho placer. Finalmente, el Verduzzo 2016, que para mi sorpresa, que nunca había probado un monovarietal Verduzzo, estaba increíble. Un vino del que me enamoré instantáneamente. Afortunadamente para I Clivi, pero desafortunadamente para mí, se habían quedado sin el Ribolla Gialla 2016, así que así tengo otra excusa para volver a visitarles.

Fue una visita rápida, pero al mismo tiempo mereció mucho valió la pena. Mario es una gran persona y un gran enólogo. Se están haciendo muy buenos vinos en el Collio y los que hacen ellos son fantásticos. Sólo puedo esperar a la próxima vez que vaya a visitarlo de nuevo.

Foto (c) I Clivi

Franco Terpin, maravillosos vinos blancos macerados con las pieles en el Friuli

Lo primero que llama la atención cuando te encuentras con Franco Terpin son sus manos. Él es un tipo grande, y sus manos son también grandes. Lo segundo es que es un gran tipo, una de esas personas que te gustan al instante. Es muy apasionado de sus vinos y le encanta compartirlos con quien vaya a visitarle y explicar todo lo que puede sobre ellos y luego contar historias. Y eso es algo muy digno de mención y de aprecio, si tenemos en cuenta que nuestra visita fue tarde un domingo, cuando ya había anochecido, durante esas horas en las que lo normal es estar en casa descansando con la familia.

Finales de octubre, algo de frío acompañando a la oscuridad reinante, un camino vecinal por detrás de unas casas nos conduce a la bodega Franco que lleva su nombre. Cuesta encontrarla, y hay que preguntar a cualquier alma con quien puedas cruzarte en la noche, y no hay muchas. Una vez llegas, todo encaja en su lugar. Franco sale a la puerta para darnos la bienvenida y enseñarnos su reino. Si basas tus expectativas en la cantidad de botellas que Franco vende cada añada, es posible que esperes un lugar pequeño y oscuro, como una caverna donde habita un ermitaño. Por el contrario, el lugar está muy bien iluminado y tiene un aspecto moderno. Todos los artilugios necesarios típicos están allí, y tras ellos hay unas cuantas filas de barricas francesas donde envejecen los vinos que cuidadosamente elabora cada año. También encuentras una colección de botellas vacías de vinos producidos por amigos suyos y de esas bodegas con las que puedes dar una vuelta al mundo. Son los testigos silenciosos de aquellos vinos que Franco compartió y disfrutó en la noche de los tiempos.

En una esquina de la bodega hay una gran mesa de madera y una alacena que da a la zona un ambiente acogedor de casa de campo antigua y que cuentas con algunas copas de vino listas para transportarnos al mundo de Franco. Esa es la zona de degustación. Sobre la mesa, Franco ha dispuesto los vinos que elabora y nos explica cada uno de ellos, incluyendo historias sobre el proceso de elaboración del vino, así como divertidas anécdotas de sus viajes alrededor del mundo. Su principal línea de vinos es Franco Terpin. En ella produce cinco vinos blancos monovarietales y un vino tinto. Un Pinot Grigio, un Friulano (llamado Jakot), un Sauvignon, un Chardonnay y un Ribolla Gialla. Sé que te encantaría saber cuál me gustó más. Sin embargo, siendo mi fiel lector, también sabes que me encantan los vinos blancos macerados del Friuli. Y, por supuesto, la bodega de Franco está en San Floriano del Collio, Gorizia, (Friuli Venezia-Giulia), así que no puedo decidirme por solo uno de sus vinos. Digamos que en una escala de 1 a 100, clasificaría sus vinos en el mismo orden en que los disfrutamos como 99.1, 99.2, 99.3, 99.4 y 99.5. ¿Por qué no mejores calificaciones? Bueno, Franco va a leer este artículo, por lo tanto, quiero que en la próxima añada se esfuerce más en lugar de estar complacido consigo mismo después de que un español loco por los vinos macerados del Friuli le haya dado una calificación más alta. Hay que ganarse las puntuaciones año tras año, no dormirse en los laureles.

El Pinot Grigio tenía un maravilloso color rosado. Según nos explicó, esta uva es la más blanca de las uvas tintas o la más roja de las uvas blancas, por lo que un corto período de maceración con las pieles transforma el color del mosto en rosado. También es un vino delicado, tanto en la nariz como en la boca. El Friulano, una variedad local, fue muy agradable, así como el Sauvignon, un vino que refleja tan bien el suelo de marga arcillosa de esta zona. Luego sus dos mejores ejemplos de vinos blancos macerados: el Chardonnay que era potente pero muy elegante a la vez y el asombrosamente increíble Ribolla Gialla. Tú que me lees ya sabes que estoy enamorado de la Ribolla. Pues este vino está realmente bueno. En general, sus vinos son muy finos y balanceados, sin despuntar en ningún nivel. Son vinos fáciles de beber y definitivamente muy agradables.

Su vino tinto es Sialis, un vino a base de Merlot. Ejemplo muy interesante del carácter que esta uva tiene en el Collio. Disfrutón.

La visita seguía mezclando conversación, anécdotas y vino rico. Sin prisa. Comentamos sobre algunos vinos elaborados con Malvasía que habíamos probado en la zona y de repente Franco desapareció. Como si de repente se hubiera acordado de tener comida en el horno. Pocos segundos después, apareció con una botella con una etiqueta extraña. Sin variedad, sin añada, solo un dibujo de tres hombres y una palabra: Ilegal. Ojos abiertos, cejas arqueadas, curiosidad extrema, silencio sepulcral. 500 botellas de este vino que está produciendo con la Malvasía. Me encantan los vinos hechos con Malvasía, tanto del Collio, donde hay menos, como del Carso, tanto del lado esloveno como del lado italiano, donde hay muchos más. El Carso está solo un poco al sureste de aquí. Este vino era simplemente… uhmm… digamos brutal. Muy potente en nariz y boca, alto de todo, incluido el alcohol y extremadamente bueno. Un vino no apto para los débiles de corazón, un vino que nos atrapó desde el primer sorbo. Alucinante, potente, lleno de todas las cosas buenas en un vino. Su nombre proviene de, bueno, no vamos a entrar en eso. ¿He mencionado que tiene un 16% de contenido en alcohol?

Franco trabaja sus viñedos de forma orgánica y natural y luego en la bodega lo único que hace es dejar que los vinos se expresen, sin correcciones, sin productos químicos, sin enzimas añadidas ni levaduras seleccionadas, solo las autóctonas. La forma en que se producen los vinos en esta zona durante décadas.

Pronto hablaremos con Franco sobre sus vinos y su filosofía enológica.

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Cata en Friuli de Vinos Mediterráneos elaborados con Malvasia

Nataša Černic, la propietaria de la bodega del Carso italiano Castello di Rubbia, y yo comenzamos hace algunos meses a soñar con organizar una cata de vinos mediterráneos producidos con la uva Malvasía. Comenzó como un evento pequeño, tal vez ocho vinos de tres países y tal vez con la asistencia de treinta personas. Como suele ocurrir cuando sueñas lo suficiente, las cosas se nos fueron de las manos bastante rápido y lo que iba a ser una pequeña degustación se convirtió en un gran evento. Varias bodegas comenzaron a querer participar, algunas estando presentes, otras enviando sus vinos, y para cuando nos paramos a mirar lo que habíamos montado, contábamos con 25 bodegas y 110 personas que habían reservado su entrada. Cuando abrimos las puertas, 40 personas más se habían apuntado para un gran total de 150 participantes.

El plan era ofrecer vinos provenientes desde las Islas Canarias hasta Grecia, pasando por la España continental, Portugal, Italia, Eslovenia y Croacia e incluyendo diferentes subvariedades de esta importante uva. Malvasía es un nombre que cubre muchas subvariedades, incluida la Malmsey en Madeira, Malvasía Volcánica y Malvasía de Sitges en España, Malvasia Istriana, Malvasia di Candia Aromatica y Malvasia Delle Lipari en Italia y Malvasia Istarska en Eslovenia y Croacia por nombrar algunos ejemplos.

Nataša también invitó a varios oradores de la industria del vino y del campo académico, expertos que hablaron sobre la historia de la Malvasía, sobre el vino y la elaboración de vinos naturales como Andrea Amistani, el Dr. Marco Pecchiari, Sabina Passamonti y Klemen LisjakRobert Draper, uno de los invitados, es un periodista del New York Times y National Geographic que en 2013 escribió un artículo sobre los vinos elaborados con la Malvasía en Croacia.

Tu seguro servidor también tuvo algunas palabras ante esta audiencia tan magnífica y luego presentó todos los vinos españoles y el portugués. Y algún otro cuando fue menester. Para representar a España, tres vinos fueron los elegidos: El Grifo Malvasía Seca Colección añadas 2016 y 2017, una Malvasía Volcánica de Lanzarote, Sasserra 2006 Malvasía de Sitges de Vega de Ribes y el espumoso Clos Lentiscus Blanc de Blancs 2015, los dos últimos de Barcelona. Queremos enviar un especial agradecimiento a Enric Bartra de Vega de Ribes por su generosidad y extrema amabilidad.

De Portugal presentamos Casa de Mouraz Branco 2012, de Dăo, un blend de Malvasía, Cercal Branca, Encruzado y Bical.

Mientras preparábamos el evento, tuvimos la oportunidad de visitar y presentar los vinos de algunos grandes productores de Croacia: Giorgio Clai no pudo asistir al evento por problemas menores de salud, pero ofreció su Sv. Jakov 2015 (de nuevo nuestra gratitud hacia él y Dimitri Brezevič). Roxanich Vina también estuvo presente con su Antica 2010 (muchísimas gracias por todo, Mato Matic) y Antonella Kožlovic ofreció amablemente su Santa Lucia 2015. Gracias de corazón para todos ellos.

Desde Italia, contamos con I Clivi Malvasia 2016, un maravilloso ejemplo de esta variedad en el Collio producido por Ferdinando e Mario Zanusso. Mario fue muy amable con nosotros también (un fuerte abrazo, Mario). Alexis Paraschos también estuvo presente para presentar su elegante Amphoreus Malvasia 2011. Otro experto en vinos macerados de Friuli fue Damijan Podversic con su Malvasia 2013.

También del Friuli vinieron Venica & Venica, Vignai da Duline y Edi Kante. Desde Puglia la bodega Duca Carlo Guarini estuvo presente. De Malfa tuvimos la espléndida Malvasia delle Lipari producida por Francesco Fenech y también estuvo presente Emidio Oggianu de Sardegna.

Desde Eslovenia, Kristina Mervič y su padre Boleslav (un gran abrazo para los dos) estuvieron presentes con su JNK Malvasija 2015, un vino maravilloso de Vipavksa Dolina, donde también encontramos al productor Lisjak Wineart. Vinokoper de Koper y Vina Stoka de Kras. Y un abrazo especial a Viljem Zizmond de Vinar Guštin por su amabilidad y su Malvasía tan exquisita.

Tres bellos ejemplos de Malvasía de Grecia también fueron invitados: Desde el Peloponeso vinieron Estate Theodoralakos y Koroniotis mientras que Karavitakis vino de Creta.

Finalmente, Nataša presentó el segundo embotellamiento de su increíblemente maravilloso experimento Cadenza D’Inganno 2011. Un vino realmente increíble y especial. Ya habíamos hablado sobre este vino en artículos anteriores y pudimos disfrutar algunas botellas del primer embotellado. Este segundo fue como caminar por las nubes.

Fue un gran éxito esta primera edición de la cata de vinos Mediterráneos elaborados con la Malvasía. Nuestros ojos están ahora puestos en febrero de 2019 para la segunda edición de este evento.

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Vella Terra, la feria del vino natural

Los aficionados a los vinos ecológicos, biodinámicos y naturales tenemos una gran ocasión para poder conocer vinos elaborados según estos métodos en una feria que se celebra en Barcelona desde hace dos años. Vella Terra es la criatura de dos personas, Alejandra Delfino y Stefano Fraternali, quienes ponen toda su pasión y un gran esfuerzo para que podamos conocer a los elaboradores de estos vinos en persona. Muchos de ellos, por no decir todos, son grandes productores y su trabajo se ve recompensado por el éxito que encuentra entre los aficionados a sus vinos. Y no solo invitan a participar en la feria a elaboradores españoles, sino que vienen también de otros países con sus vinos. Francia, Austria e Italia son países que estarán estupendamente representados en la próxima edición, la tercera, de Vella Terra que se celebrará el próximo 12 de febrero.

Este año, Ale y Stefano cuentan también con la participación de productores de sake, una selección de aceites y cafés y la colaboración de cuatro restaurantes de la ciudad de Barcelona.

Los viticultores invitados son más de 90, y no podemos más que recomendar asistir a esta feria. Entre los elaboradores hay varios que han pasado ya por las páginas de Orangewines.es, como son Juan Piqueras, que en esta ocasión acompañará a otro alquimista de Valencia, Mariano Taberner, de Bodegas Cueva. Pepe Raventós estará presentado los vinos naturales que elabora en el garaje de su masía en el Penedès. Desde Friuli en Italia viene Stefano Novello, de Ronco Severo, una de nuestras bodegas favoritas en la elaboración de vinos usando la variedad Schioppetino, y desde Emilia estará Massimiliano Croci, un artista de los vinos naturales refermentados en botella.

Algunos de los representantes catalanes serán Clos Lentiscus, Loxarel, Recaredo, Partida Creus, Porcellanic, Jordi Llorens y Joan Ramón Escoda-Sanahuja. Del resto de España estarán entre otros Akilia del Bierzo, Dominio Del Urogallo de Asturias, Esencia Rural y Uva De Vida de Castilla La Mancha.

Entre los elaboradores italianos de vinos naranja estarán Elena Pantaleone, de La Stoppa, y Giulio Armani, enólogo de La Stoppa y a su vez creador de sus propios vinos en Denavolo. Andrea Cervini de Il Poggio desde Emilia y Carlo Tabarrini de Cantina Margó de Umbria también asistirán. Desde Sicilia vendrán los vinos de la bodega Cos de Giusto Occhipinti.

De Austria viene Meinklang con Graupert, un magnifico vino naranja elaborado con Pinot Gris.

Un gran elenco al que hay sumar bodegas hasta las más de 90 que estarán presentes en esta edición de Vella Terra.

Para más información sobre el evento, puedes consultar aquí:

www.vellaterra.com

www.facebook.com/feriavellaterra/

Vella Terra

Paraschos, viticultura ecológica en el Collio

Es temprano en una nublada mañana de otoño y el día despierta lentamente, con un poco de neblina aún en el aire. En el Bed and Breakfast, la rutina diaria comienza a quebrar el silencio. Algunos clientes están desayunando en el salón y de fondo se pueden escuchar algunos animales de granja. Debajo del B&B se encuentra la bodega, donde vemos todas las herramientas necesarias para hacer unos excelentes vinos, y rodeando la propiedad hay una parte de los viñedos. La propiedad está dirigida por Alexis Paraschos, heredero de la tradición vitivinícola familiar. Él es una de esas personas que inmediatamente te cae bien. No sólo porque elabora grandes vinos, sino porque te hace sentir bienvenido cuando lo visitas y hablas sobre vino con él, aunque sea tan pronto por la mañana. Alexis está a los mandos de la Sozietá Agricola Paraschos después de que su padre le entregase las riendas de la empresa familiar. La propiedad se encuentra en el corazón del Collio de Friuli, en San Floriano di Collio. La familia es de ascendencia griega, y se puede ver en el logotipo de la bodega, el símbolo pi Π.

En la década de 2000 hicieron el cambio de la viticultura tradicional a agricultura ecológica y, posteriormente, a elaborar vinos de forma natural. También comenzaron a utilizar la maceración con las pieles para sus vinos blancos. Lejos de ser un estilo de moda, la manera en que algunas personas consideran este método de vinificación en la actualidad, la maceración con las pieles en los vinos blancos es la forma antigua en que se elaboraban los vinos hace unos 8.000 años para ayudar a su conservación y su envejecimiento. No solo en la zona del Cáucaso, donde nació este método, sino también en lo que se conoce como la región de Istria, que incluye zonas de Croacia, Eslovenia e Italia, donde se asienta San Floriano. De hecho, la maceración con las pieles y la filosofía vinícola natural eran la única forma en que se elaboraban los vinos blancos aquí, especialmente en el lado esloveno de la frontera debido a las restricciones existentes hace años detrás del Telón de Acero.

Alexis elabora vinos naranja realmente buenos. Vinos tintos también, obviamente. Hace monovarietales de Pinot Nero y Merlot, y un blend basado en la Merlot llamado Skala con un poco de Barbera y de Refosco.

Los vinos blancos son donde nos pararemos hoy. Los vinos monovarietales son Chardonnay, Kai (Friulano), Not (Pinot Grigio), Ribolla Gialla y Sauvignon. El ensamblaje blanco es Ponka, producido con Chardonnay, Sauvignon, Tocai Friulano, Ribolla Gialla, Picolit, Verduzzo y Pinot Bianco. La vinificación de los vinos blancos incluye un período de contacto con las pieles que varía desde los dos días del Kai hasta las dos semanas del Ribolla Gialla. Después, todos los vinos envejecen en barriles grandes de Eslavonia de 15-25 hectolitros durante al menos dos años.

Tenemos además tres vinos blancos especiales. Alexis cree en el uso de ánforas para la fermentación y el envejecimiento de sus vinos. Sus ánforas están hechas de terracota en Micenas y en la isla de Creta y luego agrega un tratamiento de cera de abeja en la capa interior. La cera proviene de abejas criadas en las cercanías de Dolegna del Collio. Comenzó a utilizar este método de elaboración en 2009.

¿Y qué tienen de especial estos vinos además de su paso por ánfora? Bueno, de verdad que son vinos maravillosos. El Amphoreus Malvasia es un ejemplo monovarietal de perfección en una botella. Su fermentación es en ánfora y después el vino está en contacto con las pieles durante doce meses para pasar a continuación directamente a la botella donde estará dieciocho meses más antes de ser lanzado al mercado. Las levaduras son autóctonas y no hay sulfitos añadidos en absoluto. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de este vino en una degustación de vinos elaborados con Malvasía y de las siete muestras, esta fue la más valorada.

Amphoreus Bianco es el segundo vino blanco. Principalmente Ribolla Gialla con Chardonnay, el mosto también fermenta en ánfora sobre las pieles durante doce meses. Después directo a la botella. También en este vino, así como en todos los de la bodega, las levaduras son autóctonas y no se añaden sulfitos en absoluto.

El último vino blanco especial es Orange One. Como lo llama Alexis, el «verdadero vino blanco de Gorizia«: Friulano, Malvasia Istriana y Ribolla Gialla. Maceración en las pieles por variedad, fermentación espontánea y 24 meses de crianza en barricas grandes de Eslavonia.

Pronto hablaremos con Alexis sobre su filosofía enológica.

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